Cuidados básicos de los caballos que todo dueño debería conocer
Ser propietario de un caballo es una gran responsabilidad, los caballos son, por naturaleza, animales sociables destinados a pastar en los espacios abiertos con su rebaño. Mientras aprenden a adaptarse a la vida del establo, es muy importante ejercitarlos para satisfacer sus necesidades físicas. Un caballo se sentirá aburrido y triste si no tiene la compañía habitual de los seres humanos y otros caballos.Ofrécele al caballo sal para asegurar un equilibrio de electrolitos adecuado.
Los caballos necesitan minerales (que obtienen de la sal) para mantener sus electrolitos balanceados. Los electrolitos ayudan a regular la producción y secreción del sudor, la saliva, los fluidos intestinales, la orina y el moco, la función nerviosa y cardiaca, y los sistemas de hidratación.
Acicala al caballo.
Si el caballo está estabulado tendrás que acicalarlo a diario para mantener su pelaje saludable. Tendrás que desenredar su melena y su cola, y retirar suavemente con las manos las hierbas espinosas.
Lima los dientes del caballo.
También se le llama nivelar. Es increíblemente importante, pues los dientes pueden volverse afilados y hacer que masticar sea doloroso, lo que hará que el caballo se rehúse a comer. Un veterinario debe hacerlo por lo menos una vez al año.
CUIDADOS DE LOS CASCOS
Muchos veterinarios y cuidadores coinciden al afirmar que “sin casco no hay caballo”. Debemos conocer correctamente la estructura de esta zona elemental del animal y saber qué cuidados precisa.
El casco está formado principalmente por tres partes:
* La Pared: es la zona exterior. Su crecimiento es hacia abajo desde la corona.
*La Suela: parte ligeramente cóncava que cumple la misión de proteger el casco de lesiones. Debemos tener mucho cuidado con ella puesto que es muy delgada.
*La Ranilla: mecanismo amortiguador y antideslizante que facilita que el casco se extienda y contraiga a cada paso. Resulta fundamental mantenerlo en todo momento limpio para evitar problemas en el casco.
CÓMO CUIDAR LOS CASCOS
El cuidado general del casco pasa por su limpieza, tarea a la que se le debe dar la máxima importancia.
Por ello es fundamental que la labor de limpieza se realice todos los días, eligiendo para ello como momento más adecuado justo antes de proceder a montar.
Para la limpieza utilizaremos el denominado LIMPIACASCOS, de la siguiente manera:
*Trataremos de eliminar la suciedad trabajando desde el talón hacia la lumbre; poniendo especial cuidado para no penetrar en las zonas blandas de la ranilla.
*Cuidaremos especialmente el aseo de los surcos colaterales de la ranilla, ya que es el lugar preferido para las bacterias, piedras y cualquier elemento punzante.
*A la hora de limpiar la ranura central, pondremos nuestra máxima atención en la búsqueda de cualquier señal de podredumbre.
*Comprobaremos la no existencia de cortes ni grietas, así como el grado de sequedad del casco.
*En caso de que detectemos mal olor, existirá una gran posibilidad de encontrarnos ante una infección.
*Para terminar la limpieza, comprobaremos que la herradura se mantiene perfectamente colocada y pasaremos los dedos por los remaches para comprobar que se mantienen en su sitio .
Además de la limpieza de los cascos, deberemos poner especial cuidado en la limpieza del establo. Es fundamental que un animal estabulado disponga de una cama seca y limpia; no hay nada más destructivo para los cascos que el amoníaco de los desechos equinos y de la cama en descomposición.
CUÁNDO SE DEBE HERRAR AL CABALLO
La herradura es como la “suela” que protege el casco del caballo; previene su desgaste excesivo y lo cuida del deterioro. Algo fundamental sobre todo cuando el hombre utiliza al caballo para la competición o para el trabajo.
A la hora de determinar la necesidad de herrar al caballo deberemos tener en cuenta el terreno en el que éste se mueve y el trabajo que realiza a lo largo de la jornada. En este sentido, hay que considerar que los terrenos que no son excesivamente duros, conllevan que el animal no precise de demasiada protección. Tanto el recorte de los cascos como el herraje deberán realizarse por el herrador con una periodicidad que dependerá directamente del nivel y tipo de trabajo realizado por el animal, junto con su rapidez de crecimiento.
Para saber si un herraje es bueno, deberemos tener en cuenta los siguientes puntos:
*Los clavos son del tamaño correcto.
*Los talones quedan perfectamente protegidos por el herraje.
*Los remaches se encuentran a alrededor de un tercio de la altura.
SE PIERDEN LAS HERRADURAS
Estos factores son múltiples y afectan al herrador, al jinete y al propio caballo; sin contar los motivados por las características del terreno de entrenamiento u otros elementos que en principio pueden parecer insignificantes pero que suponen altos factores de riesgo; como por ejemplo la presencia de moscas. Si el caballo está constantemente rodeado de moscas, utilizará sus patas para intentar espantarlas y este golpear constante termina por aflojar sus herraduras y levantar los remaches.
En realidad existe una amplia lista de causas que provocan la pérdida de herraduras, cada una de las cuales debe tenerse en cuenta:
* La colocación de una herradura no adecuada por parte del herrador (pequeña o grande).
* Que el casco crezca sobrepasando la herradura.
* Utilización de clavos excesivamente pequeños.
* Que el caballo pase excesivo tiempo estabulado.
* Lugares con barro o malas condiciones.
* Exceso de peso en el animal.
* Exceso de trabajo.
* Realización de una labor no adecuada para el caballo.
* Utilización de sillas o aparejos no apropiados.
Consejos
- Cuando cambies la dieta del caballo, comienza el proceso gradualmente con cantidades moderadas del pienso nuevo, para permitir que el caballo se acostumbre a este.
- Algunos caballos pueden enfermarse si el heno está en una superficie sucia, así que consigue una maya para heno por sobre el suelo.
- Busca consejo de jinetes experimentados.
- Nunca le des demasiada comida al caballo, sólo la cantidad adecuada.
- Es ideal empezar a entrenar con el caballo si lo acabas de comprar. Comienza con una caminata, luego un trote, sigue con un medio galope, etc. De esta manera, ambos se acostumbran al otro a su tiempo.
- Lo presentado es sólo un ejemplo de rutina de establo y no debe seguirse exactamente.
- Este ejemplo sólo muestra comidas de dos cubetas. Sin embargo, lo ideal es alimentar al caballo dos veces al día.
- Pide prestado lo que puedas en vez de comprarlo, por lo menos al principio.
- Compra el pienso en grandes cantidades, siempre que lo almacenes adecuadamente. Así recortas los gastos.
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